
El Cid, es acusado por unos nobles envidiosos de haberse quedado con parte de las parias o tributos que los reyezuelos moros de Andalucía pagaban a Alfonso VI éste lo destierra, dándole nueve días de plazo para salir del reino. Tuvo que dejar a su esposa e hijas en el monasterio de San Pedro de Cardeña, e iniciar una campaña militar acompañado de sus fieles en tierras no cristianas, enviando un presente al rey tras cada victoria para conseguir el favor real. Los primeros versos del manuscrito de Per Abbat pintan de manera magistral el profundo dolor del héroe al abandonar su hogar y sus tierras de Vivar.
Tirada 1
2. Agüeros en el camino de Burgos
Ya aguijan a los caballos, ya les soltaron las riendas.
Cuando salen de Vivar ven la corneja a la diestra,
pero al ir a entrar en Burgos la llevaban a su izquierda.
Movió Mío Cid los hombros y sacudió la cabeza:
"¡Ánimo, Álvar Fáñez, ánimo, de nuestra tierra nos echan,
pero cargados de honra hemos de volver a ella!"
http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/esp/cid/cid01.htm
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